Muchas mujeres de negocios cometen el error de pensar que tienen que abandonar su lado femenino y abrazar todo lo masculino para salir adelante en los negocios. La verdad es que, sea cual sea el trabajo o el sector en el que trabajes, nunca tendrás verdadero éxito ni serás feliz en tu carrera si finges ser algo que no eres.
Puede que pienses que el papel de hombre de negocios con cabeza dura es la única forma de tener éxito en las empresas más importantes, pero la mayoría de las empresas tienen más que suficiente de este tipo. Su energía masculina pasa por encima de cualquiera que no cumpla sus exigentes y, a menudo, irreales estándares. También silencia cualquier desacuerdo o cualquier pensamiento creativo que pueda entrar en conflicto con su visión de cómo “deben” hacerse las cosas.
La energía femenina está mucho menos orientada a la acción. Es más suave, creativa y flexible. La energía femenina se deja llevar por la corriente. No intenta redirigir el río.
La idea de la fluidez
La idea de la fluidez es que todo debe llegar a nosotros de forma natural, sin que persigamos por todas partes cosas que creemos que nos harán más felices, más exitosos, más… lo que sea. Fluir consiste en aceptar lo que es bueno en la vida sin querer más ni apartarlo porque pensamos que no lo merecemos. También se trata de atraer las cosas buenas de la vida mediante una acción correcta. Si trabajamos duro en un proyecto, por ejemplo, los buenos resultados llegarán.
El flujo también tiene que ver con una visión de cómo las cosas pueden ser mejores, pero de forma orgánica. Si quieres que crezca una rosa maravillosa, no puedes seguir tirando de ella para que crezca más rápido. El resultado sólo haría que se marchitara y muriera en la vid.
El secreto del secreto
El muy popular libro El Secreto resonó entre mucha gente que quería aprender más sobre la abundancia y el flujo. También se denomina comúnmente la ley de la atracción. En lugar de agotarte persiguiendo todas las cosas que quieres, puedes emprender acciones que hagan que esas cosas buenas vengan a ti. El resultado es mucho menos estrés y mucho más éxito y satisfacción.
Muchos empresarios están tan atrapados en la idea de tener más -más clientes, dinero y beneficios- que no aprecian lo que realmente tienen. Se estresan tanto que su salud empieza a fallar. También dicen o hacen cosas poco hábiles que dan lugar a malas relaciones en el trabajo, y a clientes insatisfechos que se van a empresas que les tratarán mejor.
El Principio de Pareto nos dice que el 20% de tus clientes son responsables del 80% de tus beneficios. Por tanto, en este caso, la fluidez significaría alimentar estas relaciones en la medida de lo posible para mantenerlas a largo plazo.
La energía puede dirigirse de forma positiva, con un propósito, con un enfoque láser, y no de forma negativa, sin rumbo y con ansiedad. La fluidez traerá el éxito sin tener que estresarse por ello, para conseguir más armonía y equilibrio dentro de la empresa, la comunidad empresarial en general y dentro de ti misma como mujer empresaria.